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Bruselas acusa a Londres de “dañar la confianza” con la nueva ley que cambia el protocolo de Irlanda

Johnson habla únicamente de "ajustes triviales" en el funcionamiento


            El primer ministro británico, Boris Johnson.


Nuevo desencuentro entre Londres y Bruselas a costa del Brexit y el Protocolo de Irlanda del Norte. El vicepresidente de la Comisión Europea para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, advirtió este lunes de que la intención británica de dejar de aplicar de manera unilateral el protocolo para Irlanda que incluye el acuerdo del Brexit es "una fórmula para la incertidumbre" y será "dañino para la confianza común". Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que la nueva ley que permitirá a su Gobierno anular partes del protocolo “no es gran cosa" y solo introduce "ajustes triviales" para que funcione mejor.

Johnson hizo estas declaraciones antes de que esta tarde se tramiten la Cámara de los Comunes (baja) el controvertido proyecto de ley del Protocolo de Irlanda del Norte, por el que el Ejecutivo británico sustituirá unilateralmente las disposiciones que negoció en 2020 con la Unión Europea (UE) por otras que considera más beneficiosas para el Reino Unido.

El líder conservador argumentó que los cambios propuestos por suministra de Exteriores, Liz Truss, son en realidad "ajustes triviales en el contexto más amplio" de la situación y explicó que arreglar los fallos es un mero "cambio burocrático" y es "relativamente sencillo hacerlo.

Opinó que sería "una gran exageración" si Bruselas reacciona instigando una guerra comercial y dijo que lo que trata de hacer Londres es "simplificarlas cosas para eliminar las barreras al comercio entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte".

En sus declaraciones a los medios, negó además que el Reino Unido esté violando la legislación internacional al actuar de manera unilateral sostuvo que prevalece "respetar el acuerdo del Viernes Santo" de 1998, que puso fin a décadas de conflicto armado en Irlanda del Norte y que, según Londres, se está viendo amenazado.

El protocolo, destinado a evitar una frontera física entre la provincia británica y la República de Irlanda -que sigue en el mercado único comunitario-, establece controles aduaneros a los bienes que van de Gran Bretaña Irlanda del Norte, lo que, para los políticos norirlandeses unionistas (probritánicos), amenaza la integridad territorial del Reino Unido.

Además, la mayor burocracia del nuevo sistema, que ni siquiera sea aplicado aún en su totalidad, ha provocado escasez de suministros exacerbado la crisis en la región británica.

El Partido Democrático Unionista (DUP), segunda fuerza política norirlandesa tras las elecciones del 5 de mayo, se niega a formar un gobierno de poder compartido con sus rivales republicanos del Sinn Féin, lo que mantiene bloqueadas las instituciones autonómicas.

Al anunciar el proyecto de ley en mayo, Truss explicó que creará un "carril verde" para que los bienes procedentes de Gran Bretaña destinados solo para consumo en Irlanda del Norte estén exentos de los controles de aduanas que se aplicarán a los que pasan a Irlanda ("carril rojo").

En todo caso, el texto puede tardar meses en ser aprobado, pues el Partido Laborista ya ha indicado que votará en contra y cuenta también con oposición dentro de las propias filas conservadoras y en la Cámara de los Lores (alta).

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